30 marzo 2006

Sin título

Si alguien hiciese una película donde la policía asaltase un ayuntamiento y detuviese por delitos de corrupción a unas veinte personas, entre ellas a la alcaldesa, que casualmente se acababa de hacer una operación de cirugía estética, y a la teniente de alcalde, que estaba de luna de miel en Rusia, los espectadores dirían: ¡eso es imposible!, ¡qué exageración!, ¡qué rebuscado! Pues sólo hay que ir a Marbella y preguntar.

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