"Tiemblan, como si fuera la primera vez
como si fueras a largarte después
y no quisieras"
Miss camiseta mojada, Quique González.
"Anímense monjitas de clausura
abstenganse fanáticas y abstemias"
A vuelta de correo, Joaquín Sabina
La Fiesta del Olivo, de la que se celebraba este año su cincuenta aniversario, se celebra todos los años el último fin de semana de abril en Mora, Toledo. Nosotros no habíamos ido nunca y este año aceptamos la invitación de Gema y Jonás para asistir. Lo primero de todo y lo principal: lo pasamos muy bien, nos reímos mucho, comimos bocadillos de morcilla, nos pusimos morenos (menudo sol y menudo calor hizo), nos pusimos los pins conmemorativos del cincuenta aniversario, casi me compro una guitarra de juguete en un puesto (Jonás se ferió una bolsa de Jack Skellington)... Lo que pasa es que las fiestas de los pueblos son para los del pueblo. Son los que más las disfrutan. Los de fuera lo miramos todo entre fuerte y flojo. Por ejemplo, el desfile de carrozas de la Fiesta del Olivo interesa y gusta a los del pueblo pero a mi, la verdad, me dejó un poco frío y me pareció un poco aburrido pero a la gente del pueblo, en este caso de Mora, les encanta el desfile y desde primera hora se colocan a lo largo del recorrido para no perderse detalle. Pero repito lo dicho, lo pasamos muy bien, y lo pasamos muy bien por la compañía. La fiesta es en realidad una excusa para juntarte con los amigos y para pasar un buen rato. Comimos muy bien (¡ese queso!) y bebimos muy bien también. Si me vuelven a invitar estoy dispuesto a volver a ir a la Fiesta del Olivo y sin Fiesta del Olivo, también estoy dispuesto a volver si nos invitan. Siempre que anden por allí Gema, Jonás, Nuria, Javi, Ana, Lola, Roberto, Olga, Olvido... si no, da igual que sea la Fiesta del Olivo, Carnaval o Nochevieja con Ramón García y su capa.
23 mayo 2006
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1 comentario:
lo mismo digo. espero que nos inviten muchos años.
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